El Centro cada día
evolucionando
Santa
Marta se viste a la moda
Por: Laura Lascano
Cada
día el Centro de Santa Marta crece favorablemente, aunque con sus inseguridades
esta ciudad se está cotizando por los buenos lugares que hay para comprar ropa,
zapatos y hasta ropa interior.
Esta mañana llegue al salón
de clase, con la incertidumbre de saber qué haríamos para nuestro parcial de
primer corte de taller de comunicación, el profesor Carlos Blanco nos manda a
la calle específicamente al Centro, que de allá tendríamos que sacar esta
descripción.
El gran susto
Nos dividimos en grupo para
salir a hacer nuestras entrevistas, estábamos en la esquina de la universidad
pensando para dónde ir, una compañera iba distraída delante de nosotros con su
celular, y justo ahí, en ese preciso momento, en tan solo un segundo, pasa un
moto-taxista y le quita el celular de la mano, parece que no alcanzó a cogerlo
bien y de la velocidad que iba se le cayó, quedando así el aparato en el piso,
todo abierto. Todos quedamos en shock, fríos y pálidos, sin poder decirle nada
al atracador. Al cabo de los minutos ayudamos a nuestra compañera a recoger su
celular.
Seguimos nuestra ruta con
los nervios al 100 por ciento y para ocultar el susto que habíamos pasado nos
reíamos y contábamos anécdotas mientras caminábamos de las experiencias
traumáticas que hemos vivido con los atracadores de la ciudad.
Llegamos al Centro y empezó
nuestro recorrido, y nos dimos cuenta que hay muchos lugares nuevos, que no
solo tendremos que llegar hasta el Buenavista para poder conseguir ropa buena y
de marca.
Seguimos caminando y de lo
único que hablábamos era de la gran variedad que hay en la Quinta para comprar
artículos, tales como ropa, zapatos, ropa interior, bisutería, esmaltes de
uñas, cd de música y de películas, en fin, de todo. Hay lugares de “alta gama” para
comprar ropa como Ibis, Passareli; y así también hay para personas con menos
capital, como Expomoda, D´moda y también 10.000 y punto. Por fin hay lugares
nuevos y buenos de ropa interior como está Diane y Geordi y el Paraíso de la
panty.
Nos detuvimos para hacer la
evidencia, la maravillosa foto que teníamos que mostrarle al profesor, nos
miramos las caras como para saber quién prestaba su celular para tomar la foto
y nuestra compañera María Carolina se ofreció y con el de ella la captamos, nos
hizo el favor de tomarnos la foto un vendedor en un almacén de joyería.
Los
deliciosos jugos
Pasamos por uno de mis
lugares favoritos, al que siempre llego cuando voy al Centro, en la 16 con 22
se encuentran los vendedores de jugo, que se pelean por los clientes. Llegué
donde el señor Alejandro Castro, hace los mejores jugos que he probado, claro,
después de los de mi mamá. Mientras me hacía un delicioso jugo de Milo, me
contaba que lleva 10 años en ese puesto, que al principio tenía muchos
problemas por la policía, hasta que por fin le legalizaron ese lugar para su
carrito de jugos. Tiene 55 años, con dos hijos y una esposa a la que ama desde
hace 25 años. Me cuenta que muchas veces la venta es dura, principalmente los
días de semana, aunque se le llena el puesto en las horas pico cuando las
personas salen de su trabajo y se refrescan con un exquisito jugo.
Me despedí de él y
emprendimos camino de nuevo para la universidad, pasamos por una tienda y a una
compañera se le antojó tomarnos algo, todos estuvimos de acuerdo y entramos a
tomarnos una Coca-Cola para refrescarnos un poco, mientras escuchábamos una
canción que no sé de quién es, pero la verdad no me gustaba. Nos distrajimos
tanto que el tiempo se nos pasó y nos
levantamos y caminamos un poco más rápido, tanto así que mi compañera Shayre se
alcanzó a tropezar con una bicicleta y Eva también con una moto que estaba ahí
parqueada, casi se lleva por delante el espejo, nos reímos mucho, sin darnos
cuenta llegamos a la universidad, y al cruzar la esquina de nuestro susto nos
miramos las caras y juntos atravesamos la calle.
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