lunes, 24 de febrero de 2014

Vóley Playa

Vóley Playa
por Camila Cantillo C.

La liga de vóley playa de la Universidad Sergio Arboleda, está conformada por  2 competidoras femeninas y 2 masculinos, que este año como en todos los anteriores se hará presente dejando muy en alto el deporte voleibol. Dando a conocer en las demás ciudades de Colombia, el gran equipo del Departamento del  Magdalena, haciendo  parte de las competencias y logrando su objetivo que es ganar nuevamente el Ascun playa.

A pesar del violento sol y la fuerte temperatura que caracteriza estos campeonatos universitarios de vóley playa, los estudiantes de la Universidad Sergio Arboleda se destacan en las competencias de Ascun playa, que se presentan todos los años en abril, con varios equipos de las universidades de la región.

Además de pretender ganar los Ascun de vóley playa, la Universidad Sergio Arboleda Seccional Santa Marta, participaran en las diferentes competencias como: fútbol, fútbol sala, voleibol, ajedrez, natación, y tenis mesa.

Desde hace un año aproximadamente se ha fortalecido el equipo de voleibol y de vóley  playa, conformado por los mismo estudiantes de la Sergio Arboleda. Con mucha dedicación y entusiasmo se ha logrado despertar el interés de los jóvenes, quienes a diferencia de los años anteriores, no tenían muchas personas para conformar un equipo estable y constructivo, este ha sido el año el cual los alumnos han logrado un gran rendimiento y compromiso de cada uno de ellos,    aptos para competir, tanto como en certámenes amistosos dentro de la ciudad como fuera de la ciudad.


Luisa Gonzales, estudiante de 5° semestre Finanzas y Comercio Exterior,  jugadora y capitana de la liga femenina de la Universidad Sergio Arboleda de voleibol y vóley playa, escogida por su gran contribución al equipo, siendo una de las mejores jugadoras desde su llegada con buenos y fuertes golpes en los entrenamientos.

-       ¿Desde los cuantos años comenzó a practicar el voleibol y en que institución?
LG: Empecé a jugar el voleibol desde los 8 años, en Bogotá para  el colegio La Milagrosa, porque debía escoger una actividad extracurricular, Desde ese entonces juego.


-       ¿Estudia alguna carrera y como distribuye su tiempo?

LG: Si, estudio finanzas y comercio exterior, en el día asisto a mis clases normales y mis prácticas empiezan a las 6:30 pm cuando mi jornada de estudio ha terminado.


-       ¿Qué se siente ser la Capitana del equipo?

LG: Es muy satisfactorio, porque eso me demuestra que estoy haciendo bien las cosas, que entrenar tan duro no ha sido en vano, y que quiero seguir y lograr ser la mejor jugadora aunque mi familia no esté tan de acuerdo con este deporte.

-       ¿Su familia como toma la elección de este deporte?

LG: No muy bien, mi mama es la que está en desacuerdo porque juego voleibol, pero a pesar de que ella no le guste, me mantengo y sigo en lucha de mis sueños.

-       ¿Además de jugar voleibol que otro deporte práctica en su tiempo libre?

LG: No me queda mucho tiempo para entrenar otro deporte pero si me gusta mucho el ejercitarme y mantenerme en forma, para tener un rendimiento en el juego.

-       ¿Admiras algún jugador de voley playa?

LG: Sí, hay dos jugadoras de voley playa que son Brasileras, que las admiro por su trabajo en equipo y desempeño en las canchas. Se llaman Liliane Maestrini y Rebeca Silva.


-       ¿Cuál es la diferencia entre el voleibol y el voley playa?

LG: La técnica es todo en el voleibol de playa, sino hay técnica no podrás destacar y también el aspecto físico es muy importante porque el sol y la arena pueden jugarte en contra.


-       ¿Cuál es tu dupla para el próximo campeonato de ASCUN?

LG: Se llama Maria Camila Orozco, estudiando de Derecho de la Sede Centro, y pasadora del equipo de voleibol.


-       ¿Por qué fue ella tu escogida para este campeonato?

LG: Además de ser una gran amiga, es una buena jugadora que desde muy pequeña también jugo en su colegio y no ha perdido su toque con los dedos, lo cual la hace mi pasadora en el equipo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                  

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                          
David  Orozco  Espadafora es el capitán de la liga masculina de voleibol de la Universidad Sergio Arboleda, y jugador de vóley playa en compañía de Daniel Andrés Bernier, juntos forman una reconocida dupla en el Magdalena, ganando el año pasado el Ascun playa.

Se debían presentar en el siguiente torneo en Riohacha, pero por problemas familiares, la pareja del jugador no pudo asistir, y no lograron pasar a las eliminatorias.

Desde hace varios años el jugador David Orozco, se ha comprometido con este deporte, siendo para él una de las pasiones más marcadas en su vida, apoyado por su familia y pareja sentimental, él permanece jugando voleibol, además de sus clases en la universidad y cursos de inglés.

Orozco, a pesar de su corta edad ha viajado a varios lugares de Colombia a jugar campeonatos de voleibol con el Colegio Franciscano  San Luis Beltrán, en uno de ellos obtuvo el primer puesto y en el último año académico quedó de segundo lugar con su grupo líder en voleibol del San Luis Beltrán. Siempre ha sido reconocido por su desempeño y participación en todos los juegos presentados por su entrenador dejando en alto el nombre del Colegio.


-       ¿A qué edad inició en el voleibol y por qué escogió este deporte?

DO: Comencé a los 14 años de edad. Practiqué anteriormente otros deportes, pero el que más me gusto fue el voleibol.


-       ¿Estudió alguna carrera? ¿Cómo distribuye el tiempo para hacer las diferentes actividades?

DO: Sí, estudio administración de empresas, estoy en séptimo semestre. Yo trato de que mis clases de la universidad no se me crucen con mis entrenamientos. Como mis prácticas se realizan en la noche no tengo ningún problema.


-       ¿Cuál ha sido el sacrificio más duro que ha tenido que hacer para realizar este deporte?

DO: Hace un año aproximadamente, por mis estudios tuve inconvenientes porque el horario impedía que practicara vóley, pensé hasta en sacar algunas materias que tenían el mismo horario de mis prácticas, pero fue una lucha con mis padres, que a pesar de su apoyo con este deporte, no querían que yo descuidara mis estudios, pero logré convencerlos y pude tener mis prácticas sin ningún problema.


-       Veo que su pasión es muy grande por este deporte, ¿Cómo definiría usted la manera de ver el voleibol?

No te lo puedo negar, para mí son muy importantes mis estudios y ser un profesional como lo es mi padre, pero mi gran pasión ha sido, es y será el voleibol. Veo el voleibol como una manera de olvidar mis problemas de divertirme, de disciplinarme y sacar un buen provecho de mi habilidad hacia este deporte.


-       Nos ha hablado de su pasión por el voleibol de piso ¿el vóley playa también lo juega?

DO: Claro, cada vez que saco un tiempo en mis fines de semana me voy a entrenar con amigos de la liga al Rodadero, donde tenemos un espacio para practicar. A mí me gusta mucho jugar en playa, es muy divertido aunque se necesita de un estado físico impecable por lo duro que es jugar con las temperaturas tan fuertes que hacen en Santa Marta.


-       ¿Qué se siente ser el capitán de la liga masculina de voleibol de la Universidad Sergio Arboleda?

DO: Es una responsabilidad muy grande, por ser el capitán tienes que estar dispuesto en cuerpo y alma a incentivar a tus jugadores, a entrenar más duro y tener una buena disciplina con uno mismo y con tu equipo.


-       ¿Está jugando actualmente voleibol?

DO: Al iniciar el año estuve practicando más vóley playa con mis amigos, fuera de la Universidad, pero al entrar a clase se me ha dificultado porque he tenido varios problemas familiares, entre uno de esos la salud muy crítica de mi papá.                 


Historia y tradición plasmada en un hotel

Hotel Boutique DON PEPE
Historia y tradición plasmada en un hotel
por Anna Succar V.

Una experiencia diferente entre lujos y comodidades, rodeado de la mejor atención. Un espacio para relajarse y sentirse magistralmente cómodos.

Devolviéndose en el tiempo, entre un estilo antiguo y moderno, con lujos y comodidades, Santa Marta goza de tener uno de los mejores hotel boutique, el Don Pepe, que brinda a sus huéspedes una excelente atención. Desde sus puertas de entrada, se siente la intención de este sitio: ofrecer una mezcla equilibrada entre confort, tranquilidad y placer para dar la mejor bienvenida al lugar.

Con casi 400 años de longevidad, la gran casa que hoy es Hotel Don Pepe  fue una de las mansiones pertenecientes a la familia De Mier, reconocida por ser dueños de la Quinta de San Pedro Alejandrino donde, en uno de los salones que es actualmente una habitación, reposaron  los restos de Simón Bolívar.

Atesorando la antigua fachada de la casona, al entrar al hotel se siente la majestuosidad de viejas épocas, con vistosas paredes rocosas y elegantes pisos originales de los que ya no se ven. Lleno de luz por ser un espacio abierto en toda la planta baja, se respira la tranquilidad y quietud del sector, una de las grandes  ventajas de encontrarse en el centro histórico de la ciudad. 

José Benito Vives Campo es Don Pepe, a quien debe su nombre el hotel, deja a su familia un gran legado que plasman  en cada rincón, con un especial pero particular toque familiar, que fue la idea y concepto guía para el desarrollo del proyecto, hoy convertido en realidad.

“Esta idea del hotel nace en honor a mi papá, quien con su pujanza y tesón contribuyó al desarrollo de Santa Marta. Sus ideas proyectos y sueños vivirán siempre en la memoria de mi mamá, mis hermanos, sobrinos e hijos, en honor a él como arquitecto. Por eso doy vida al hotel boutique Don Pepe, para el orgullo de la familia, del centro histórico y de la ciudad”, manifestó Juan Ignacio Vives Lacouture, dueño y creador del hotel. 


Cada una de sus habitaciones brinda la mayor comodidad a sus visitantes. La más completa es la habitación ‘Gran Pepe’, que además de su confortable cama king size, cuenta con un amplio y lujoso baño con jacuzzi para hacer más relajante la estadía de huésped; posee una hermosa terraza para disfrutar de los mejores atardeceres del mundo, romántico escenario especialmente para los recién casados en su luna de miel.

Sin embargo la más sencilla de estas no sería una experiencia menos agradable, pues entre blancas y suaves sabanas de algodón, los baños cuentan con una hermosa ducha en vidrio y el lujo que caracteriza al hotel logra cumplir más de las expectativas que se espera en un hotel boutique.

El Hotel Boutique Don Pepe, cuenta con 12 habitaciones, 6 junior suites,  4 estándar y 2 presidenciales, cada una con el nombre de los miembros de la familia dueña (José Benito, Silvia Rosa, Luis Eduardo, Juan Ignacio, Raúl Alberto, María Teresa, Patricia, Roberto Eusebio, Mauricio Ernesto, Rosita y Pepe, Álvaro Luis y Gran Pepe), un hermoso salón colonial, con pisos originales antiguos en la primera planta, con capacidad para recibir alrededor de 70 personas; una relajante piscina como centro de atención, una gran terraza con espléndida vista al centro de la ciudad y dos miradores con vista al mar y al famoso “morro”.

“Cuando propuse esta idea a mis hermanas todas estuvieron de acuerdo, incluso, aportaron objetos de sus casas, para contribuir con la tradicion familiar en el amoblamiento del hotel”, contó Vives Lacouture.

La mezcla perfecta entre lo antiguo y lo moderno, le dan el toque de exclusividad y elegancia a este sitio.  Con altos techos que dan esa sensación de grandeza, cada una de sus habitaciones, sea estándar o suite, cuenta con las mayores comodidades, hermosos muebles en un amplio y cálido espacio entre colores tierra, blanco y beige, y la más alta tecnología, sin dejar a un lado los grandes ventanales simulando los típicos antiguos.

En cada lugar se encuentra el más mínimo detalle inspirado en la historia y tradición samaria, lo cual transporta las mentes de los visitantes a un lugar extraordinario que no quisieran abandonar.    

Además de la cálida acogida para huéspedes, otra de las fortalezas del hotel es la destacada cocina, que rescata la comida típica de la región, llena de exquisitos sabores que han marcado la diferencia en Santa Marta por la variedad e innovación en cada uno de sus elegantes platos, satisfaciendo las expectativas de cada cliente que visita el restaurante.

“Me pareció espectacular la comida, debo destacar que la carta tiene unos 5 platos, entre carnes y mariscos que ofrecen más de lo que se espera, es cocina gourmet elaborada, cada bocado está repleto de sabor y los cocteles para disfrutar de la cena son una delicia”, compartió Ana Camila Hernández, cliente de restaurante. Además, añadió que  “el ambiente del restaurante es muy rico y la atención es tan buena que uno se llega a sentir como en casa”.

El espectacular restaurante del hotel, cálido y cómodo, se podría decir que es el más exclusivo actualmente en Santa Marta, tiene el honor de trabajar con un excelente chef, que día tras día da vida a los exquisitos platos fusionándolos con lo clásico y costeño de la comida.

“Yo soy samario y me encanta la combinación que brindamos en el restaurante, no perdemos la esencia y el delicioso sabor de nuestros platos autóctonos. Se podría decir que es una fusión entre lo clásico de la comida con lo costeño de nuestra tradición”, asegura  Deivis Barragán, chef del hotel.

“Cada día trabajamos para ofrecer lo mejor a nuestros invitados y enamorarlos con cada sabor, desde los aperitivos hasta los más deliciosos postres. Estoy seguro que todos se van a sus casa encantados, satisfechos y con ganas de volver”, puntualizó Barragán.

Cada mañana se sirve un delicioso desayuno en las mesas junto al patio de la piscina, en este lugar nada es apresurado, vale la pena tener tiempo de sobra para disfrutar y saborear cada uno de los platos que allí  ofrecen. Con la atención para sentir la experiencia de estar en su propio hogar.

Sin perder un solo detalle, el descanso lleno de confort en Don Pepe, también cuenta con un spa y los más capacitados masajistas. En el tercer piso está un excelente bar al aire libre, rodeado de mesas o sofás para diferentes gustos y ocasiones; y la gran terraza decorada con un  exquisito gusto, un espectacular jacuzzi,  entre telones y sofás blancos con estilo de camas para disfrutar en cualquier momento del día, sea bien de un maravilloso atardecer como de una inolvidable noche.

La atención de los empleados con los visitantes es primordial para experiencia de la estancia. Desde el mostrador Elizabeth y Jorge, reciben a los visitantes con una gran sonrisa; Carlos atiende el bar con su calidez, y Olga, una de las gerentes, desempeña un fantástico trabajo al sorprender con detalles especiales a los huéspedes.

Cada uno de los trabajadores son profesional, educados, amistosos, atentos y, lo más importante, siempre dispuestos a su labor para ayudar y cumplir cada uno de los detalles que se les pida, sin perder en ningún momento el respeto por cliente.

“Esta magnífica casona en medio del centro histórico de Santa Marta es la joya de esta ciudad tan especial. No solo es el lugar, impecablemente decorado y diseñado, también  te hacen sentir como en casa y parte del Don Pepe familiar. Este es un lugar en el que, si miras bien de cerca, puedes encontrar una maravillosa historia en cada esquina, en cada cuadro, en cada pieza de mobiliario. El señor Juancho, el propietario, era agradable como para llevarnos y explicar esta oda a su patrimonio familiar, cómo cada habitación tiene el nombre de uno de sus hermanos o hermanas, y por supuesto, la suite principal se llama como de sus padres. Los invito a que se queden en el hotel boutique Don Pepe, descubrir estas historias y disfrutar de la hermosa costa colombiana probar su exquisita  comida y su incomparable y excelente atención”,  comentó Paulina Gallardo visitante del hotel.

Las metas del hotel no paran, sus directivos  tienen  propósitos muy claros y firmes, que cada vez se hacen más posibles y reales. Ha acogido invitados como los periodistas españoles de Panorama Vela, Taliana Vargas, Carlos Vives y su familia, el expresidente Ernesto Samper, el expresidente de Guatemala Marco Cerezo, el equipo de Caracol Radio, entre otras celebridades a nivel nacional e internacional.

“Don Pepe está cumpliendo un papel muy importante en la ciudad, incentivando al turismo extranjero a visitar las instalaciones, para culturizarse sobre Santa Marta y gozar de una atención personalizada, acá no tenemos clientes, tenemos invitados”, comentó Diego Manrique, administrador del hotel.

Ha sido muy reconocido por aparecer en importantes y famosas revistas como Habitar, Turismo y gastronomía, revista Novias, el Periódico La Verdad de Venezuela, entre otros,  con artículos titulando al hotel como: “el boom para hospedajes en la perla de oro”; “Para una acogedora estadía” y “Una nueva manera de hospedarse”.

También ha logrado el reconocimiento bolivariano, por sus aportes patrióticos en la reconstrucción de la casa, y premio a la excelencia inmobiliaria. Todos estos logros en el poco que tiempo que tiene de vida el hotel.


“Esperamos ser reconocidos nacional e internacionalmente como uno de los mejores hoteles, en nuestras proyecciones tenemos como prioridad alcanzar lo propuesto a corto plazo para  ser reconocido internacionalmente como el mejor hotel de Santa Marta”, afirmó Vives Lacouture.

El cacao entre el Banano

Una finca peculiar en la Zona Bananera
El cacao entre el banano
por Tomás Castellanos F.

A la sombra de un cultivo muy popular en la costa caribe colombiana, crece un sembradío de un producto especial.

Entre la sombra y la penumbra casi sobrenatural, alrededor de las cuales se tejieron míticas historias de mujeres bailando cumbia con fajos de billetes encendidos a manera de veladoras, inspiración de una de las primeras novelas cortas de Gabriel García Márquez, allí, entre esa hojarasca perenne de banano y palma, apareció un nuevo cultivo cuyo aroma enciende los sentidos y estimula, según dicen los más crédulos, tanto procesos creativos como amatorios.
Al cacao, además de encontrarse en el Eje Cafetero y abundar de manera industrial en otras latitudes, ahora le resultó un ‘sobrino’ en la costa norte colombiana. Llegó a la Zona Bananera, recién erigida municipio en 1999, para quedarse e inundar de sabor la ya rica gastronomía caribeña.

Y así, con el humo de las parrandas de antaño y la hojarasca aun revoloteando en la Zona, como cariñosamente la llaman sus moradores, el cacao sigue tejiendo historias y arraigando sus raíces a la vida sencilla del campo y desprovista de toda vanidad.

Hace 30 años, Luz Gaby Medina recibió como herencia una finca familiar, y con el apoyo de entidades como la Red Ecolsierra y la Fundación Pro Sierra Nevada de Santa Marta, esta señora de 40 años y de apariencia gentil y alegre, lleva ya 14 años cultivando este valioso fruto.

El Danubio, la finca que Luz Gaby heredó, cuenta con 3 hectáreas de sembradío de las cuales dos son de cacao y una es de zapote, cuyos primeros árboles fueron sembrados por ella misma hace solo 10 años.

La finca, engalanada de macetas cargadas de flores de diversos colores y aromas acentuados por la fragancia de la tierra húmeda y el cacao. Se encuentra ubicada cerca de la cabecera municipal de la Zona Bananera, Prado Sevilla. Allí, en la vereda La Barca Luz Gaby le abrió las puertas al cultivo del cual se extrae este manjar americano.

Del cacao y su producción
Este alimento de los dioses, como lo describe la mitología maya proviene en realidad de la Amazonía, y se le dio como nombre Xocolatl por algunas tribus indígenas de México, lugar de donde partió rumbo a Europa para obtener renombre en las cocinas de los belgas y los suizos.

De este delicioso fruto hay tres variedades, el criollo es el cacao con mayor sabor y el más fino del mundo, el forastero que es muy diferente al criollo puesto que es de menor calidad y menor aroma pero es utilizado para injertarlo a plantaciones de cacao criollo con el fin de mejorar su siembra, y el trinitario o híbrido que se consigue por medio de injertos entre el criollo y el forastero.

La planta cacaotera es peculiar puesto que sus flores y sus frutos no brotan desde sus ramas. Nacen directamente de su tronco, el fruto es alargado y de piel rugosa, con un centro suave y dulce que recubre las semillas de cacao. Su procesamiento es muy parecido al del café puesto que requiere de un tiempo bajo el sol o bajo calor seco el cual deshidrata el mucílago de las semillas para que liberen su sabor y su aroma.

En Colombia se cultiva en tierras superiores a los 400 metros sobre el nivel del mar y en total se cuentan 660.000 hectáreas distribuidas en buena parte del territorio nacional, pero con epicentro el eje cafetero, donde se produce el cacao criollo de más alta calidad, mientras que en el Magdalena se produce en menor cantidad y de la variedad trinitaria.

Las exportaciones de cacao alcanzan las 22.900 toneladas en el 2014, siendo los principales destinos Estados Unidos, España, Finlandia y Suecia, ventas que alcanzan los US$60 millones.

Usos

Dentro de sus usos más populares se encuentra el chocolate, pero de él también se derivan los productos como manteca de cacao que se utiliza para lubricar y proteger los labios resecos y el licor de cacao el cual junto a la manteca de cacao crean el popular chocolate blanco.


Además del chocolate, el cacao se usa triturado para aderezar carnes, rellenar embutidos y por medio de la liofilización producir la cocoa, polvo de chocolate muy concentrado que no aporta cremosidad a la bebida de chocolate pero si mucho sabor.

Tejo, una cultura nacional

El turmequé no solo es  para cachacos
Tejo, una cultura nacional
por Shayre Mayorga O.

Santa Marta, una ciudad la cual no le dice no a los deportes y menos al único  juego autóctono de  Colombia.

El tejo o turmequé es un juego que desde hace poco fue declarado oficialmente un deporte por el Congreso de la República. Nació en la altiplanicie cundiboyacense en los departamentos de Cundinamarca y Boyacá. A pesar de ser un juego del interior de Colombia, ha llegado a extenderse por todas las ciudades del país, entre esas la bella ciudad de Santa Marta.

En este deporte los jugadores se enfrentan de forma individual o grupal. El juego consiste en lanzar el tejo desde una cancha a la otra, con el fin de enterrarlo dentro del bocín, reventar una mecha o en su defecto, enterrarlo más cerca al bocín que los demás competidores. Este bocín está hecho de hierro, y la mecha contiene pólvora por lo que al momento de que  el tejo es impactado contra esta, se produce un estallido.

 La mayoría de las personas relacionan este juego con la bebida, pero así no es siempre, puesto que existen dos clases de tejo: el recreativo y el competitivo. En el recreativo están aquellos jugadores que encuentran a este deporte como un simple pasatiempo para pasar con los amigos o con la familia y tomar unas cervezas, y por otro lado está el competitivo que es a nivel de campeonatos ya sea  juvenil sub 25, mayores, o infantil.

Esta es una actividad netamente familiar en el que las esposas he hijos de los jugadores también hacen parte de este juego. Para los niños está el mini tejo, es allí donde empiezan a practicar para convertirse en unos expertos. Lastimosamente no existen escuelas donde se enseñen a jugar este deporte por lo que causa una perdida de interés y posteriormente de identidad hacia nuestra cultura colombiana.

Este juego se ha convertido en una fascinación para muchos, entre esos grandes figuras políticas como Jorge Eliécer Gaitán, Pastrana y Alfonso López.  Gracias a esto y a que a los colombianos les encanta viajar, se ha logrado extender por otros países tales como Venezuela, Ecuador, Perú, entre otros.

 En la ciudad de Santa Marta  existen varios establecimientos  donde este deporte es practicado, de hecho, se han formado equipos donde concursan en campeonatos de tejo a nivel nacional.

Muchas veces relacionan el tejo con las personas del interior de Colombia pero a medida que pasa el tiempo también toma fuerza en la costa. De hecho, se afirma que en la costa anteriormente se practicaba un juego llamado tuso o el tapa‘o el cual tenía bastante similitudes con el tejo, por lo que se han creado bastantes controversias acerca del origen exacto de esta actividad.

Una de la reglas de este deporte es que mientras el jugador esté en un torneo se prohíbe completamente el consumo de alcohol. También existen otras reglas formuladas por el Instituto Colombiano de la Juventud y el Deporte como por ejemplo, cuando el tejo cae cerca al bocín cuenta como un punto, a esto se  le llama mano. Por otra parte, cuando el tejo da en la mecha son tres puntos y a este se le conoce como mecha. Luego está la embocinada que son 6 puntos y es cuando el tejo queda enterrado dentro del bocín y con la base superior hacia el tablero y por último está la moñona que son nueve puntos y es cuando el tejo cae justo dentro del bocín y al mismo tiempo logra explotar la mecha.

Para conocer un poco más sobre el tema de la asociación del licor con este deporte, el antropólogo Alejandro Gómez nos relatará acerca de este:

“Bueno, primero que todo no es juego de borrachos. Si vamos a la parte ancestral y cultural, el tejo es un deporte colombiano jugado desde hace más de 500 años por la tribu de los muiscas, quienes en ese tiempo eran los indígenas que allí habitaban.

Desde los ancestros, el tejo ha estado relacionado con momentos de esparcimiento, ellos eran una población que vivía de la agricultura y que tenían toda una estructura organizada guiado a lo que era una ciudad.

Así como hoy en día nosotros tenemos las discotecas, tenemos las verbenas, las tómbolas, entre otras; ellos en esa época tenían espacios de distracción, entre ellos el tejo.

En ese período, como en todo nuestro trayecto de la historia, hemos tenido vida social relacionada también a la bebida que va entorno a esta vida social, valga la redundancia. En esos tiempos lo que se tomaba era la chicha (bebida fermentada destilada del maíz u otros frutos) puesto que era un rito.

Para ellos ir a jugar tejo acompañado de un vaso de chica es como ir nosotros un domingo o un sábado a una fiesta para salir de ese esquema del estudio, del trabajo o del hogar.

 En fin, el borracho es borracho con o sin el tejo y no necesita estar relacionado con un deporte. El borracho puede estarlo en una tienda hablando con unos amigos, en un estadero o en la playa; así que pienso que esto está estigmatizado por la sociedad. Si nos referimos a lo cultural, podemos decir que está muy arraigado a una bebida social que en este caso es la cerveza como fue anteriormente con la chicha.”

Dicho lo anterior podemos decir que nuestra cultura actual está significativamente ligada con nuestros ancestros indígenas, pero si estos fueron quienes inventaron este deporte, ¿Por qué no lo juegan hoy en día? Esta incógnita nos la responde el antropólogo Alejandro Gómez:

“Hay que tener muy claro los arraigos culturales y a qué tipo de cultura se está diferenciando.
Si vamos hacer un arraigo cultural, se debe analizar qué  es lo que queda de la tribu muisca y dónde están situados ahora. Al realizar esto, nos daremos cuenta que esa cultura está en mucho de nosotros, como por ejemplo en la gente de Cundimarca, propia de allá. Así que podemos afirmar que en realidad los indígenas si están jugando.

Si analizamos a los boyacenses que tienen mucha mezcla  de la cultura indígena, porque no necesariamente el indígena es aquel que lleva taparrabo, esté con el poporo o lleve la mochila, indígena es aquel que lleva su cultura muy concentrada en sus parámetros gastronómicos, en su comportamiento, o en su estructura familiar, por esto llegamos a que indígenas como tal no practican este deporte pero se encuentran esas personas que subsisten de esos descendientes.”

A raíz de esto se puede llegar a la conclusión de que el tejo es un deporte que ha dejado mucho para nuestra cultura al transcurrir los años y que además nos ha identificado a nivel nacional e internacional.

Por otro lado, muchos de los jugadores que hacen parte de los equipos samarios han manifestado su descontento frente a la falta de apoyo y patrocinio por parte del gobierno.

El secretario de la liga de tejo samario William Marín, ante esta situación afirma lo siguiente:

“En el Magdalena hay un buen potencial en cuanto al tejo se refiere. De hecho, en el último campeonato de Cali, fuimos uno de los mejores. También en Córdoba nos fue muy bien.
El tejo ha sido uno de los únicos deportes que al nivel del Magdalena nos ha permitido traer medallas y trofeos, en los juegos nacionales.

Por desgracia, el gobierno no nos ha apoyado, todo lo hemos con nuestras manos y esfuerzo. Está el caso del escenario del poli deportivo; si vemos bien, este se encuentra prácticamente destrozado y deteriorado, al igual que muchos otros. Anteriormente teníamos un lugar más decente para jugar que era en el club de a amistad, pero este fue cerrado así que tuvimos que empezar a entrenar nuestro equipo aquí en el poli.

Si comparamos las canchas de acá con las de Boyacá o Bucaramanga, encontraremos una diferencia grandísima. Allá las canchas son de 12 carriles en muy buen estado, por lo contrario acá tenemos solo 8 muy estropeados.

En los Juegos Bolivarianos vamos la esperanza de que este escenario se pueda arreglar para así poder practicar mejor y fomentar más este juego tan maravilloso.

También creemos que deberían enseñar este juego en algunas escuelas, para que así no se pierda la verdadera esencia del deporte colombiano, que es el tejo.

Si le preguntamos a un joven acerca de su interés hacia el tejo, seguramente nos responderá que no le importa nada acerca de este y eso se debe a la falta de valor y aprecio que le tienen a este deporte.”


Para terminar, no hay que olvidar de dónde venimos y para dónde vamos. Es muy gratificante decir que tenemos un deporte cien porciento colombiano y que cada vez va tomando más fuerza en otros países.


 ¡Así que a jugar tejo!  

El ciclismo en Santa Marta

El ciclismo en Santa Marta
por Ana Arias L.

Una buena razón para mantenerse en movimiento

Es una actividad física que requiere el uso de una bicicleta como herramienta de movimiento, se caracteriza por desarrollar un excelente estado físico, principalmente en las piernas y su realización constante mejora la resistencia y muchos aspectos relacionados con la salud.
Existen distintas formas de este deporte, desde el ciclismo en ruta, Ciclismo en pista, ciclismo de montaña, ciclocross Trial, ciclismo en sala y  bici BMX, cada uno exige tanto a los ciclistas como a sus velocípedos características diferentes, que van desde el tamaño, el peso y el lugar en el que se realiza.

Más que un deporte
Aparte de las especialidades deportivas, existen otras dirigidas no solo al bienestar físico y mental, sino a la diversión, el esparcimiento, el cuidado del medio ambiente y el turismo, como el ciclismo hobby, ciclismo urbano y cicloturismo tres de las manifestaciones preferidas para realizar en los variados caminos que ofrece una ciudad como Santa Marta.

El desarrollo del ciclismo en la ciudad ha tenido un crecimiento considerable, por lo que para esta ocasión entrevistaremos desde personas que practiquen el deporte de forma independiente, hasta algunos grupos consolidados, reconocidos en la ciudad y que llevan registro de sus recorridos y experiencias. Como los son:

 Samarios extremos: Es una organización deportiva de ciclo montañismo, sin ánimo de lucro, que desde el año 1990 ha venido fomentando este deporte a nivel recreativo y competitivo, este club a formando deportistas de diferentes edades y estratos sociales, que los une un sentido común, la práctica del ciclismo, estar en contacto con la naturaleza, e integrarse con otros grupos sociales.

Fundación tayrona bike: Cuya  finalidad es la práctica del ciclismo de montaña recreativo y/o competitivo. Y a través de esta disciplina deportiva, buscar el mejoramiento de la condición física de sus afiliados, fomentando lazos de amistad, estimulando la solidaridad y fortalecimiento individual y familiar de todos sus miembros. La regla de oro es: no hagas a otro lo que no te gustaría que te hicieran a ti.

 Actividad que une

Una de las ventajas del ciclismo urbano, turístico o deportivo, es que permite vivir experiencias que promueven la unión entre amigos y familiares, la idea de salir en grupos a realizar recorridos ecológicos, de aventura o paseos matutinos acompañados de situaciones inesperadas incluso un poco riesgosas, estimula en los individuos el sentido de la unión, la colaboración y la tolerancia.

La cultura de las dos ruedas

En varios países del primer mundo,  como Holanda, Bélgica y gran parte de los Países Bajos el uso de la bicicleta para trasladarse al trabajo, la escuela  o realizar el mercado es cuestión cotidiana, debido a la conciencia social y ecológica que en estos lugares del mundo se ha adquirido a través de la época.

Cuando se habla de cultura de la bicicleta se relaciona sociedades más pacientes y coherentes con la naturaleza y su bienestar, está comprobado que las ciudades que hacen mayor uso de este medio  poseen menos accidentes de tránsito, embotellamientos  y por supuesto menores niveles de contaminación en el aire.

Masa critica

El ciclismo urbano es otra manera de aprovechar los beneficios de ese velocípedo y santa marta es la ciudad perfecta para hacer uso de él, como lo asegura José Yeyé un joven samario creador del “movimiento masa crítica burrocleta” que busca reunir personas de todas las edades y convocarlas a realizar recorridos por la ciudad, desde los barrios mas tranquilo y transitables hasta los que se les conoce como conflictivos o peligrosos.

 “El objetivo de burrocleta es que la gente retome la costumbre de salir en bici, que se le mida al menos un día a la semana a dejar el carro en casa o que se atreva a conocer la real santa marta montado en su bicicleta”. Este movimiento promueve salidas quincenales, realiza la convocatoria a través de su sitio web, escogen un lugar de encuentro y un tema para cada salida, con el que los participantes deben llevar un color, un símbolo o una vestimenta particular.

Cada salida debe dejar una enseñanza, reflexión y evidencias con el fin de enseñarle al resto de la sociedad samaria el respeto por el ciclista en carretera, los beneficios en cuanto a un transito vehicular mas ligero que ayude la sostenibilidad del medio ambiente,  por ello los integrantes de burrocleta pretenden recuperar espacios como los domingos de ciclo vía que tanto se han perdido en la ciudad.

Con el movimiento burrocleta, se busca realizar una protesta pacifica que exige respeto por un aire mas limpio, unas calles con menos accidentes y  la creación de ciclo rutas para el fortalecimiento de la cultura de la bicicleta, por ello carolina Ronald una joven que hace parte de los 200 samarios que conforman esa comunidad, asegura “burrocleta está abierto a todos, no importa si tu bici es nueva o vieja si quieres divertirte y hacer parte de esta causa pacifica serás siempre bienvenido”.

La experiencia habla

Ezequiel Linero Pérez, veterano de 78 años lleva la mitad de su vida haciendo uso del ciclismo para mantenerse joven, activo y saludable “Es una de las actividades mas completas, porque uno no solo se ejercita sino que conoce gente y adquiere una disciplina” manifiesta el profesor Linero.

La modalidad practicada por el señor Linero es el ciclismo de ruta, esta forma se caracteriza porque se realiza siempre sobre asfalto, en línea recta y conlleva una gran exigencia física pues suele ser extensa en duración debido a que hay distintas formas de realizarla como: línea recta durante el día, empinada, por etapas, contrarreloj individual y por equipos.